La influencia del Manga en mi arte. Jordi Machí

 


Desde que era un niño, me encantaba ver los dibujos animados que ponían en la tele. Corría a casa desde el colegio para no perderme mis series favoritas de manga y anime, como Dragon Ball, Sailor Moon, Doraemon, Ranma 1/2 o Saint Seiya. Estas series me marcaron tanto que me despertaron el interés por el dibujo y la pintura. Me fascinaba la forma en que los artistas japoneses creaban mundos fantásticos, personajes carismáticos y escenas emocionantes con solo unas líneas y unos colores.  Sin duda el manga y el anime han influido en mi estilo artístico y en mi pasión por el arte.


El manga y el anime son dos formas de expresión artística que se originaron en Japón y que han tenido un gran impacto en la cultura y el arte de todo el mundo. El manga es el término que se usa para referirse a las historietas ilustradas, mientras que el anime es el nombre que se le da a la animación japonesa. Ambos medios comparten una estética característica, basada en el uso de líneas simples, colores vivos, personajes expresivos y escenarios detallados.


El manga y el anime tienen una larga historia que se remonta al siglo XII, cuando aparecieron los primeros dibujos humorísticos de animales llamados chōjū-giga. Estos dibujos se consideran los antecedentes del manga moderno, ya que tenían un carácter narrativo y una técnica similar. A lo largo de los siglos, el manga fue evolucionando e incorporando influencias de la pintura tradicional japonesa, el arte occidental, el teatro kabuki y el cine. Algunos de los artistas más destacados del manga fueron Hokusai, Tezuka, Toriyama y Miyazaki.


El anime surgió a principios del siglo XX como una forma de competir con la industria de la animación estadounidense, liderada por Disney. El primer cortometraje de anime se creó en 1917 por el animador Junichi Kouchi. Sin embargo, no fue hasta los años 60 cuando el anime alcanzó su madurez y popularidad, gracias a obras como Astro Boy, Kimba el león blanco y Mazinger Z. El anime se caracteriza por su variedad de géneros, su dinamismo, su creatividad y su capacidad para transmitir emociones.


El manga y el anime han influido en mi arte de muchas maneras. Por un lado, han creado un lenguaje visual propio reconocible. Por otro lado, me han inspirado a explorar nuevos temas, estilos y técnicas. En mi pintura vibrante y llena de color vemos pinceladas gruesas y una deconstrucción de las formas que emocionan sin dejar a nadie indiferente. En mis obras podemos apreciar rasgos del manga y el anime, como los ojos grandes, las expresiones exageradas, los colores vivos o las formas geométricas.


No soy el único artista que ha sido influenciado por el manga y el anime. Estas dos formas de arte han marcado la historia y la cultura de Japón y del mundo. Algunos ejemplos de artistas influenciados por el manga y el anime son:


  • Andy Warhol: El famoso artista pop utilizó imágenes de manga y anime en algunas de sus obras, como Mao Tse-Tung (1972), donde incorporó elementos del cómic japonés Lupin III.
  • Roy Lichtenstein: Otro representante del pop art que se inspiró en el manga fue Roy Lichtenstein, quien recreó escenas de cómics japoneses en sus pinturas, como Whaam! (1963) o Drowning Girl (1963).
  • Takashi Murakami: Este artista contemporáneo japonés es uno de los máximos exponentes del movimiento Superflat, que fusiona la cultura pop japonesa con el arte tradicional. Murakami utiliza elementos del manga y el anime en sus obras, como Mr. DOB (1993) o My Lonesome Cowboy (1998).
  • Quentin Tarantino: El famoso director de cine estadounidense es un gran admirador del manga y el anime, y los ha utilizado como referencias e influencias en sus películas. Por ejemplo, en Kill Bill Vol. 1 (2003), incluyó una secuencia animada al estilo anime para contar la historia de O-Ren Ishii.


Y es que el manga y el anime son mucho más que simples dibujitos. Son formas de arte que han enriquecido mi vida y mi obra. 








Por Jordi Machí

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